Aunque históricamente ha sido dado por bueno, el descubrimiento de América es cuanto menos, inexacto. El continente ya existía, incluso se habla de que los vikingos pudieron haberlo visitado mucho antes que el supuesto descubridor genovés. Las últimas teorías comentan que Colón ya poseía ciertos mapas de origen chino, basados en expediciones asiáticas ya realizadas, que le ayudaron a llegar a Sudamérica.
Por supuesto, a todas estas evidencias más o menos conspiranoicas, hay que sumar el hecho de que el continente ya estaba habitado, y esas personas eran conscientes de su existencia. La historía ha tratado a mi modo de ver demasiado bien a Colón, puesto que como mucho, el marinero tendría que ser catalogado como el primer viajero VIP del continente europeo, puesto que toda su expedición fue financiada por los Reyes Católicos.
Como es natural, muchos de vosotros y vosotras, no estaréis de acuerdo con esta versión de la historia, pero cada uno interpreta la historia como le parece más veraz.
No entraré en el dilema de si Colón y compañía influyeron para bien o para mal, puesto que entraría probablemente en controversias que finalmente no llegarían a nada.
En torno al puerto casi fluvial desde el que partió, se han construido diversos lugares de homenaje: monumentos, parques, y un recinto en el que podremos ver una réplica a escala de las carabelas y la nao.
Estatua de Colón |
Monasterio de La Rábida |
La columna en su estado actual |
Cuando estos monumentos quedan visitados, se accede por la parte posterior del monasterio al "Muelle de las Carabelas". En su centro de visitantes, exponen de manera permanente colecciones de maquetas, manuscritos originales y otros utensilios del siglo XV.
Parte de la colección |
Réplica a escala de la Santa María |
Es de agradecer, que el propio museo, recuerde la parte oscura de la colonización, la conquista del "nuevo mundo" dejó un reguero de muertos, no solo bajo la espada, sino en forma de plagas y enfermedades.
La Pinta, la Niña y la Santa Maria, ofrecen un buen aliciente a este espacio cultural. Aunque son simples réplicas,siempre es ilusionante "embarcarse" en uno de estos navíos. Estos grandes barcos, fueron construidos en 1992, con motivo del quinto centenario, y expuestos en la Exposición Universal Sevilla'92. Como curiosidad, sólo relataros el infortunio que tuvieron en la inauguración de la exposición de la capital hispalense. Una réplica exacta de la Nao Victoria, que iba a ser expuesta junto a las embarcaciones de Colón en Sevilla, partió de su astillero, el puerto de Isla Cristina, con la mascota del evento (el emblemático Curro) a bordo. Exactamente 24 minutos después de su botadura, entre los flashes de las cámaras y con todas las autoridades presentes, la nave volcó por un error de diseño en su construcción, arrojando a "Curro" y a todos los viajeros al mar. Afortunadamente, no hubo que lamentar heridos, y la mascota y sus acompañantes fueron rescatados por otra embarcación.
La Nao Victoria, comandada por Elcano, fue capaz de dar la vuelta al mundo, pero en esta ocasión, la nave sólo dió la vuelta de campana.
Tras la finalización de la Expo'92, las carabelas fueron trasladadas a Huelva para crear el ya nombrado "Muelle de las Carabelas".
Los muelles, están repletos de información de las técnicas y materiales de construcción que empleaban los trabajadores de la época.
Figura de un marinero subiendo por el barco |
Vista general de una carabela y la nao |
Una vez visitado el Muelle de las Carabelas, el camino nos conduce al punto desde supuestamente partió Cristobal Colón. A medio camino, encontraremos el monumento "Plus Ultra", dedicado al primer avión (en este caso un hidroavión) que cubrió el trayecto entre España y Sudamérica. Despegó desde el Puerto de la Rábida y aterrizó tras varias paradas en la localidad argentina de Buenos Aires en 1926.
Monumento "Plus Ultra" |
Muelle de la Reina |
Justo enfrente del muelle, si levantamos la vista, aparecerá una estatua de dimensiones colosales dedicada también a Colón situada en la orilla opuesta.
Este gigante de piedra recibe el nombre de "Monumento a la Fe Descubridora". Representa la figura de un fraile Franciscano del Monasterio de La Rábida, y fue construido en agradecimiento a dicha órden en la consecución del objetivo del descubrimiento.
Como punto histórico estratégico, este paraje es muy válido y recomiendo su visita, aunque quizás deberíamos cuestionarnos si todo lo que cuentan los libros es estrictamente la verdad.
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