domingo, 29 de septiembre de 2019

El Vesubio, Pompeya y Herculáno, una relación catastrófica.

Aunque existen ciertas dudas sobre su raíz etimológica, el Vesubio fue nombrado por la civilización griega como "inapagable". Este gigantesco volcán, ubicado en plena bahía de Nápoles, no fue percibido como una amenaza para las poblaciones que allí se asentaron en el antiguo imperio romano, ni para sus antecesores griegos. La zona, puerta del Mar Mediterráneo, sufrió truculentas guerras entre sanmitas, etruscos, romanos, y un largo sinfín de tribus que pugnaron por establecerse en dichas tierras. Las grandes explanadas fértiles, resultantes de anteriores erupciones, y el mar tan cercano, provocaron inestabilidad en la región, como la pesadilla que a día de hoy sufren los países que albergan minerales, petróleo, y otras riquezas ocultas en su subsuelo.
Bajo la férrea ocupación romana, en el año 79 d.C., una gigantesca erupción, reflejada fielmente por Plinio "el joven", desató una de las tragedias más conocidas de la historia.
Aunque el año parece correcto, los escritos de Plinio no se corresponden con los últimos estudios ciéntificos, puesto que el estudioso romano databa la erupción en agosto, mientras que investigaciones recientes sugieren la posibilidad de que fuera casi dos meses después, debido a que se encontraron restos de frutos otoñales y braseros entre sus ruinas, así como una inscripción fechada 16 días antes de las calendas de noviembre del antiguo calendario romano, que en nuestro calendario actual equivaldría al 17 de octubre, pocos días antes de la tragedia.
Obviando este pequeño dilema de fechas, los escritos de Plinio  fueron vilipendiados al considerarse erróneos o exagerados. Con el paso del tiempo se ha demostrado que todo lo que recogió en sus apuntes fue veraz, hasta el más mínimo detalle por demoledor que pudiera parecer. Esta vez, los científicos actuales han tenido que rendirse a las evidencias y conceder a Plinio sus méritos, bautizando con su nombre a lo que hoy conocemos como "erupciones Plinianas".
Este tipo de expulsiones volcánicas, adquieren dimensiones y velocidades atroces, que nos hacen comprender la virulencia que se desató en toda la zona, dejando a gran parte de esta asolada.


Ejemplo de erupción Pliniana
En primer lugar, es de rigor conocer a esta gigantesca mole de 1.281 metros de altura. Cabe destacar que el volcán ha ido cambiando de altura media tras las sucesivas erupciones. Miles y miles de años de continua actividad, han ido modificando su aspecto exterior e interior. Se calcula que en el momento de la erupción en el año 79 d.C., el monte podría alcanzar los 2.000 metros de altura. Tras aquel fatídico día, la zona alta colapsó quedándose aproximadamente en la altura que tiene hoy en día.
Acceder al Vesubio es toda una experiencia en sí misma. La lava y otros sedimentos acumulados, son un excelente caldo de nutrientes sobre el que se asienta gran variedad de masas arbustivas y arbóreas. El ascenso se realiza desde distintos puntos, normalmente en vehículo. La carretera serpenteante nos dejará en un parking situado en la falda del monte, desde el cual realizaremos a pie el resto del camino hasta el cráter. 

Ruta senderista hacia el cráter
A pesar de su desnivel, la ruta es relativamente corta, y el premio de llegar a la cumbre recompensa con creces el esfuerzo realizado.
Tras rodear buena parte de la ladera, llegaremos al cráter, todavía humeante. 

Cráter del Vesubio
El Vesubio provoca reacciones de admiración, pero también de temor. Su enormidad, que no se ve reflejada en las fotografías, nos dejará turbados, haciendo que el tiempo pase muy deprisa sin que nosotros seamos conscientes de ello.

Fumarola activa
El Vesubio forma parte de un gran Parque Natural con su mismo nombre. Antes de subir, debemos de tener en cuenta las condiciones climatológicas, puesto que en condiciones adversas de lluvia, viento o tormenta, cierra sus puertas a los visitantes. 
Gracias a los senderos habilitados, podemos hacer la circunferencia casi completa alrededor del gigantesco agujero humeante, deteniéndonos en los miradores para admirar esta bestia parda durmiente de la naturaleza. 

Las fumarolas y los desprendimientos son costantes
Este Parque Natural, no solo ofrece unas impresionantes vistas hacia el interior del cráter, sino que también nos muestra la bahía de Nápoles o la famosa isla de Capri, junto a otras pequeñas islas como Ischia, con el Mediterráneo siempre de fondo.

Impresionante vista oeste desde el cráter
A pesar de las imágenes, el Vesubio se encuentra lejos de ser un paraíso, su actividad volcánica, sus pequeños terremotos, y sus condiciones severas al estar tan expuesto a los vientos marítimos, podrían transformar este lugar de ensueño en una pesadilla en escasas horas. 
Todo el espacio del cráter se encuentra monitorizado con todo tipo de sensores. Los vulcanólogos sienten cierta preocupación por este monte, que ha dado indicios de una erupción a corto-medio plazo. 
El gran problema del Vesubio no es su ferocidad (que ya ha quedado demostrada), sino la gran concentración de núcleos urbanos que se asientan en la parte baja de sus laderas. Nápoles, con una población de un millón de personas, sumado a la larga lista de pueblos colindantes, que suman otros cientos de miles de habitantes, suponen un auténtico quebradero de cabeza para las autoridades pertinentes. 
Según cuentan los entendidos de la zona, el área afectada es impredecible, a merced de vientos y de la caprichosa lava; aun así, toda la zona debería ser evacuada. Los científicos calculan que cuentan con un margen de días para tomar medidas, pero esto más bien parece una panacea para que no cunda el pánico.
La esperada gran erupción vendría precedida por un gran terremoto, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, que destruiría infraestructuras vitales, como carreteras, hospitales, etc. 
Aunque suene algo pretencioso, las autoridades aseguran tener todo bajo control. Llegado el momento, la población al completo sería evacuada por tierra, mar y aire. Solo llegado el caso, los planes de emergencia demostrarán su eficacia. 
Aunque hoy el Vesubio muestra su lado más turístico y amable, en en el año 1.944 (en plena II Guerra Mundial), una erupción desató el caos en la población y en los miembros de las distintas armadas que se alojaban en la zona. 

1.944, los bombarderos nada podían hacer ante semejante amenaza
En tiempos geológicos, 2.000 años no son nada, y el Vesubio ha demostrado que se encuentra entre los volcanes más activos. A escasos cientos de kilómetros, otra "bomba volcánica" acecha: el Etna (Sicilia). A diferencia del volcán napolitano, una erupción del Etna no sería tan devastadora, puesto que se encuentra aislado sin apenas poblaciones fijas cerca de él. Por lo tanto, aunque el gigante siciliano muestre pequeñas erupciones casi constantes, en la mayoría de ocasiones no representan ningún riesgo para la población.

La antigua carretera circunvesubiana se convirtió en la ruta de escape
Como apreciamos en la última imagen, la carretera atraviesa zonas parcialmente deshabitadas. Hoy en día, esas parcelas están completamente urbanizadas, incluso ocupando parte de las laderas.

Un piloto observa los daños provocados por la caída de ceniza y otros materiales
Evidentemente, todo hace presagiar que una nueva erupción volverá a despertar al gigante, solo es cuestión de tiempo.
Si las consecuencias de la erupción del año 1.944 fueron nefastas, no hay palabras para describir lo que ocurrió en el año 79 d.C. 

POMPEYA:

En pleno dominio romano, esta "gran ciudad" de la época, contaba con 15.000 personas entre sus muros. La urbe era la gran esperanza romana de la zona. Su comercio y su auge parecía no tener fin. En extramuros, la agricultura creaba grandes beneficios, y su industria pesquera era magnífica. Además, el comercio con otros países del norte de África y Europa, daba a la ciudad un aire cosmopolita, pero el sueño se truncó. 
Plinio el jóven, afincado en Miseno, fue testigo del horror que se desató aquel día sobre Pompeya y las poblaciones colindantes. 
Primero fueron pequeños terremotos, casi imperceptibles para el ser humano. Podemos aventurar que los animales, con ese sexto sentido tan peculiar que poseen, ya habrían comenzado a ponerse nerviosos. Después, los temblores fueron en aumento, aunque los residentes en la zona ya estaban acostumbrados a ellos. 
Al parecer, siempre desde el relato científico, la población mantuvo la calma en esas primeras horas, abocándose al desastre. 
Tras una gran explosión, que cubrió el cielo haciéndose parcialmente de noche, los pequeños fragmentos de piedra pómez comenzaron a caer por la ciudad. Junto a esta curiosa lluvia, comenzaron a caer objetos más grandes, que destruyeron gran parte de los tejados. A pesar de todo, muchos de los habitantes decidieron seguir guareciéndose en sus casas, puesto que huir en aquella noche artificial no parecía ser una buena idea. 

Recreación de la erupción
Lo único que hicieron muchos, fue agruparse en sus casas y encomendarse a la gran multitud de dioses que veneraban. Probablemente, si hubieran huido en las fases prematuras de la erupción, un gran número de pompeyanos se hubiesen salvado. 
Finalmente, una nube piroclástica arrasó y carbonizó Pompeya y a sus habitantes, bajando como un huracán por la ladera del Vesubio. 
Se han recuperado unos 1.500 cadáveres (un 10% de la población), pero se sospecha que fueron muchos más. A día de hoy, podemos ver el momento exacto de su muerte, puesto que la ceniza y la rapidez de los acontecimientos, han permitido a los excavadores realizar moldes exactos de sus cuerpos. 
Tras la erupción, Pompeya cesó sus actividades y fue abandonada completamente, quedando enterrada bajo toneladas de piedra solidificada. 
En 1.748, Pompeya fue redescubierta casi por accidente. Aunque figuraba en los mapas y en los escritos, nadie conocía su paradero exacto, hasta que unas obras comenzaron a sacar todos sus tesoros al descubierto, más de 1.500 años después. 

Inicios del "desenterramiento"
Para gozo de los historiadores y arqueólogos, la ciudad, una vez desenterrada, era un pozo de sabiduría ancestral intacto, puesto que los materiales que habían destruido parcialmente la ciudad, habían creado una película protectora sobre ella.
En resumen, Pompeya resultó ser una "cápsula del tiempo". 
Evidentemente, se han descubierto muchas facetas sobre la vida cotidiana del imperio romano, así como detalles de sus construcciones y sus adelantos tecnológicos ancestrales.

Complejos de ocio en Pompeya
Aunque la superficie excavada en Pompeya es enorme, parece que a día de hoy queda mucho por descubrir. Mientras tanto, el gobierno italiano está realizando trabajos de restauración de la ciudad, para devolverle el esplendor con el que seguro brillaba antes de ser destruida.
El imperio romano ejerció su influencia en muchos territorios del planeta, innumerables conquistas, invasiones violentas y colonizaciones desmesuradas fueron sucediéndose a lo largo y ancho de un descomunal territorio. Hasta su caída (año 476 d.C.), las directrices de sus mandatarios estaban claras: la religión y sus dioses, la comida, y el circo (en su amplía definición, que equivaldría al ocio o entretenimiento actual), permitían a los altos cargos disfrutar de una vida plena mientras, como siempre, los ciudadanos de base pasaban las habituales penurias. 
El imperio se basaba también en un amplio aparato de publicidad constante, levantando grandes edificios y exagerando o santificando sus gestas. 
Gracias a sus egos desmedidos, hoy todavía se conservan edificios tan importantes como el Coliseo de Roma o la propia Pompeya. 

Gladiadores y obras de teatro amenizaban la vida romana. En la imagen, Teatro Grande de Pompeya.
En la villa pompeyana, los hombres y mujeres más desfavorecidos eran comprados y vendidos como si fueran un simple objeto de bazar. Los miembros más vulnerables como los esclavos, realizaban las tareas más duras y, por qué no decirlo, sostenían el ritmo de vida de los estamentos más altos, que gozaban de una vida de placeres y comodidades. 
Como muestra, en Pompeya podemos encontrar muchos locales destinados al ocio, incluso burdeles, donde esclavas y meretrices satisfacían las necesidades más ocultas (o no tanto) de los habitantes más acomodados. En el pasado, la prostitución era admitida socialmente, incluso bien vista. 

El Vesubio, siempre vigilante. Templo de Apolo.
Para mantener este ritmo de vida, el imperio tenía que ofrecer una calidad de vida digna, no podía faltar el alimento a las clases medias, ni el ocio, como ya hemos comentado.
Una de las grandes revoluciones romanas, fue el manejo del agua, muy presente en las calles de Pompeya. El líquido elemento era transportado a base de acueductos hasta las ciudades, y una vez allí se transformaba en salas de baño, termas, urinarios, innumerables fuentes públicas, e incluso las primeras formas de alcantarillado. 
Respecto a la limpieza de las calles, en Pompeya el agua circulaba por muchas de ellas, por calzadas canalizadas, limpiando cualquier impureza y eliminando malos olores. Para cruzar estas vías anegadas, se colocaban transversalmente varias piedras en hilera, que servían para el paso de peatones, a la vez que facilitaba el paso de carruajes de transporte.

Una de las calles principales de Pompeya
Los locales públicos se instalaban en las calles principales. Numerosas tabernas (thermopolium) y panaderías facilitaban alimento a sus conciudadanos. En aquella época, no todos podían disponer de un medio para cocinar en su propia casa, por lo que era más rentable hacerlo en los lugares habilitados para ello.
Por supuesto, en esta ciudad congelada en el tiempo, no podían faltar numerosos templos y altares dedicados a distintas divinidades. 


La ostentación era habitual y casi obligatoria, las casas de las familias pudientes se orientaban hacia la calle, con buena visibilidad desde afuera, para que los peatones admiraran mosaicos y otros ornamentos y no quedara duda de su riqueza y poder.


Las enormes plazas y otros lugares amplios servían como centro de reuniones y eran los ejes centrales de la vida social pompeyana. Por supuesto, las autoridades romanas no escatimaban en detalles, dejando cientos de esculturas y columnas de inmejorable acabado por todos los rincones de dichas plazas.

Una nube negra se cierne sobre Pompeya, como en la fatídica erupción
Uno de los rasgos que hacen inconfundible a la ciudad, son los muertos encontrados en ella. 
En contra de la creencia popular, lo que aparecieron en Pompeya no fueron cuerpos enteros, sino más bien agujeros con la forma de los cadáveres con los esqueletos en su interior. En 1.865, Giuseppe Fiorelli, decidió llenar esas oquedades con yeso, dando lugar a moldes, en los que podemos apreciar detalles de la muerte del sujeto. 

Moldes humanos. Fuente: National Geographic
Estas horripilantes figuras, relatan la magnitud del dolor que tuvieron que vivir sus habitantes en sus últimos segundos de vida. 
Probablemente, muchos de ellos ya estuvieran muertos debido a los gases provenientes del Vesubio, antes de que llegara la definitiva marea piroclástica, que acabó por carbonizarlos y desintegrarlos. 
A lo largo de nuestra visita a la gran ciudad romana, podemos encontrarnos varios de ellos, dispersos por las zonas visitables de este gran cementerio urbano. 


Cada figura transmite un sentimiento, normalmente de angustia e impotencia. Nuestro cerebro automáticamente trata de recrear en nuestra imaginación la vida y la muerte de estos desdichados habitantes. 

Gran almacén de restos en Pompeya
El visitante también podrá ver un sinfín de objetos rescatados, creando una de las mayores colecciones de artefactos romanos. 
Las piezas se amontonan, debido a su gran número, lo que refleja el grado de conservación de toda la ciudad. 

Objetos cotidianos de todo tipo
A pesar de que los expertos calculan que Pompeya está casi finalizada en cuanto a lo que se refiere a excavación, es posible que sus 66 hectáreas vayan aumentando progresivamente en las próximas décadas. 

Herculano:

Otro de los grandes atractivos que nos depara la zona es el área metropolitana de Herculano.
Esta población, con menos habitantes que su vecina Pompeya (se calcula que residían unas 5.000 personas) es, a mi juicio, una de las grandes olvidadas de la historia en todos los aspectos. 
A pesar de ser una población menor, la urbe sepultada esconde un impresionante valor arqueológico, incluso superando a la propia ciudad pompeyana. Esto se debe a que una capa de aproximadamente veinte metros de barro sólido, dejó la urbe intacta en el momento de la erupción. De hecho, en su fundación, Herculano contaba con puerto y acceso directo al mar, que debido a la sedimentación de materiales volcánicos, hoy se encuentra a más de 500 metros de distancia. 

Herculano (vista general)
Como observamos en la imagen, la ciudad está tan bien conservada que es difícil diferenciarla de la "nueva Herculano", que la rodea completamente. 
En esta urbe romana, aún se mantienen en pie edificios de varias plantas, y el grado de conservación de pinturas, mosaicos y otros detalles, es insuperable. Por lo tanto, quizás la joya de la corona de la histórica erupción, debería centrarse más en Herculano y no en Pompeya. De hecho, el número de visitantes es muchísimo menor en esta "cápsula del tiempo".
El gobierno italiano está comprando poco a poco los terrenos aledaños al recinto arqueológico, puesto que los límites de la ciudad no se han encontrado apenas, lo que verifica que quedan muchos edificios atrapados en el subsuelo de la nueva urbe. 

Herculano, con el Vesubio de fondo
En Herculano no se han hallado restos de grandes teatros, anfiteatros u otras grandes obras, pero quién sabe si en el futuro esta belleza patrimonial no desvelará alguna sorpresa inesperada. 

Mosaico perfectamente conservado en las termas.
Aunque Pompeya acapare gran parte del presupuesto dedicado a desenterrar estas antiguas ciudades, en Herculano también se están haciendo obras de consolidación y solidificación de espacios.

Trabajos de restauración de la Sede degli Augustali en Herculano.

A simple vista, podemos apreciar que aún se conservan los murales originales con sus respectivos colores. Pero no solo la piedra y las pinturas se conservan, los restos carbonizados de la erupción del año 79 d.C. se presentan en dinteles de puertas y escaleras.

Escalera original preservada con una mampara protectora.
A pesar de su inmenso potencial, parece que Herculano siempre vivirá a la sombra de su urbe vecina. El único aspecto positivo es el de la masificación (o la ausencia de ella), que permite hacer una visita casi en solitario disfrutando de todos los detalles que nos ofrece el espacio.

Restos de una antigua cantina (thermopolium).
Como es natural, el estilo de vida de ambas ciudades era parecido, aunque en Herculano veamos una vida más sencilla sin tanto ornamento y sin grandes construcciones. Numerosas fuentes públicas se reparten por la cuidad, al igual que templos dedicados a los dioses, edificios públicos como termas o gimnasios, y formidables villas o casas pertenecientes a los habitantes más adinerados.


A pesar de que sea un detalle que pase desapercibido a simple vista, Pompeya es una visita monocromática, mientras que en Herculano todo tipo de colores adornan las estancias, creando un entorno mágico.

La caverna
Los asentamientos actuales se encuentran situados por encima de la ciudad. A pesar de ello, se van descubriendo zonas subterráneas construidas en la roca horadada. Numerosos pasadizos defendían la ciudad de un posible ataque, sobre todo en la zona cercana al puerto, donde grandes rocas servían de parapeto. 

Soportales del antiguo puerto
Como es natural, los habitantes de Herculano no corrieron mejor suerte que sus vecinos pompeyanos. Aunque muchos de ellos sobrevivieron gracias a diversos factores, como la menor población, que dejó libres las puertas de salida de la ciudad, y su cercanía al mar, muchos otros perecieron. Los números no están claros, pero se calcula que en Herculano perecieron unos mil habitantes. 
En el momento de la explosión, muchos buscaron refugio en lugares públicos como las termas; otros cien vecinos se agazaparon en los soportales de piedra del puerto, pensando que la solidez de sus estructuras los salvaría, pero no fue así. Al desenterrar la ciudad, decenas de cadáveres aparecieron en dichos refugios de piedra. 

Así perecieron los habitantes de Herculano
Los que salieron de la ciudad, no corrieron mejor suerte. En las playas cercanas, algunos esperaban ser rescatados por mar, pero la ayuda no llegó a tiempo, y la gran estampida de gases y temperaturas infernales los calcinó en el acto. Plinio "el viejo", tío de Plinio "el joven", partió desde Miseno con decenas de barcos al rescate de estas poblaciones, pero la incesante lluvia de ceniza evitó que pudiera acercarse a la orilla. El viento, desplazó su trayectoria y acabó en Stavia, unos cinco kilómetros al sur de Pompeya, donde acabaría pereciendo, probablemente por los gases emanados de la caldera del Vesubio. Si Plinio y su flota hubieran alcanzado la costa, probablemente el número de víctimas se hubiera reducido considerablemente. Por desgracia, esta heroicidad se convirtió más bien en un suicidio en masa.
A pesar de la alta mortandad, muchos habitantes de Herculano escaparon a través de las playas poniendo rumbo a la actual Nápoles, o se dispersaron por lugares donde no llegó la onda expansiva.
Como vemos, la historia antigua sigue conmocionando y cautivando hoy en día a nuestra sociedad actual, aunque parece que no lo suficiente. Cada día se realizan nuevas construcciones en cauces fluviales, en tierras por debajo del nivel del mar, o como en el caso de Nápoles y sus alrededores, a los pies de un asesino en forma de volcán. Evidentemente, los ríos, volcanes, y demás fenómenos naturales son incontrolables, pero muchas desgracias se podrían evitar usando un arma que nunca falla: la simple y pura lógica. 










viernes, 27 de septiembre de 2019

Garabandal: ¿ángeles o demonios?

Comenzaba la década de los sesenta en tierras cántabras. España seguía aletargada e incomunicada por aquel telón invisible que destilaba el franquismo. Mientras los Beatles comenzaban a despuntar en toda Inglaterra, dando un nuevo aire musical y cultural, la vida en el pequeño pueblo español de San Sebastián de Garabandal, comenzaba su propio "boom" por un tema radicalmente distinto.
Como ya pasara en Fátima en 1917 y en Lourdes por el año 1858, España vivía sus más importantes apariciones marianas.
Pongámonos en situación: nos encontramos en tierras cántabras, enormes parajes compuestos de tonalidades verdes provocados por la variada vegetación, combinado con tonos pardos originados por las piedras que se vislumbran en las cotas medias y altas. En los 60, Garabandal era un núcleo propio de la España rural. Un sitio aislado, sostenible gracias al sector primario y de no fácil acceso. Las caminos serpenteantes, en ocasiones sin asfaltar, se cortaban en los inviernos más severos. El recóndito núcleo de población, acostumbrado a una vida tranquila, no podía ni imaginar lo que estaba por venir.
En 1961, la tranquilidad del lugar voló por los aires con la historia de cuatro niñas de esa localidad cántabra. Las jóvenes escolares Conchita, Mari Loli, Jacinta y Mari Cruz, comenzaron a mostrar comportamientos extraños, que en un primer momento, apenas perturbaron la vida en el pequeño pueblo.
La historia cuenta, que tras una travesura, algo aparece delante de dos de ellas, sumiéndolas en un extraño trance. Tras este suceso, las niñas reclaman la atención de sus vecinos y familiares, que sospechan que se trata de un simple juego de niñas.

Imagen de las cuatro niñas
Las niñas, no solo se desmarcan de su "visión", sino que se reafirman. Mientras tanto, los días pasan, y  la visión se extiende a todo el grupo, ante la mirada atónita de sus paisanos, que comienzan a estar desconcertados. En aquellos tiempos, la religión, los mitos, y las historias reales, formaban un amasijo difícil de desentrañar.
Tras las primeras apariciones, las niñas, no se sabe si guiadas o no por alguna mentalidad adulta y eclesiástica, identifican al ser extraño que se les aparece continuamente como el Arcángel San Miguel. Según la visión teológica, este "ser del cielo" es el encargado de liderar a todos los ejércitos de ángeles.
A día de hoy, todavía se conserva en el pueblo el lugar exacto donde se aparecía este extraño ser luminoso.


El Arcángel San Miguel, siguió estableciendo contacto con las niñas (a estas alturas, las cuatro jóvenes podían verlo simultáneamente y con claridad), y todas ellas mantenían largas conversaciones sobre su vida cotidiana.
Es de imaginar que, a estas alturas de la historia, el pueblo entero comenzó a hundirse en una espiral religiosa. Poco a poco, los detractores del suceso se fueron sumando a las filas de los creyentes, aumentando en número cada aparición del supuesto ángel.

Piedra sobre la que, supuestamente, se aparecía el ángel
Este fenómeno extraño fue atravesando valles y montes, sumando adeptos día a día.
Tras varias visitas a las niñas, el ángel, receloso al principio de sus intenciones, desveló a las niñas que él estaba preparándolas para la llegada de un ser mucho más especial: la Virgen María.
El 2 de julio de 1961, la virgen María se apareció a las cuatro niñas, y comenzó una relación que sale de los términos de la lógica comúnmente establecidos. 
Las cuatro chicas comenzaron a sufrir extraños cambios conforme avanzaba el fenómeno. Todas ellas, distribuidas sin orden por el pueblo, sentían "la llamada", consistente en tres avisos que solo ellas percibían, y se reunían en algún punto concreto sin que nadie les avisara ni se registrara ninguna cita previa compartida. Una vez reunidas, las jóvenes avanzaban a toda velocidad por las callejuelas de su localidad, y se encaminaban hacia un monte cercano con la mirada clavada en el cielo. En estos trayectos, sorteaban sin dificultad los numerosos obstáculos en forma de piedras o arbustos punzantes sin que nada ni nadie pudiera detenerlas. Cuentan los testigos que nadie podía alcanzarlas, y que cuando entraban en trance, eran incapaces de moverlas, puesto que se quedaban totalmente rígidas y no respondían a ningún estímulo. 

Niñas en pleno trance

Como cabe esperar, estos hechos ya ocupaban páginas de periódicos enteras, suscitando la atención de todo el mundo (literalmente) como ya ocurriera en Fátima o Lourdes.
Hasta la zona se desplazaron miembros de la Iglesia, creyentes, escépticos, incluso algún científico o psiquiatra dispuesto a desenmascarar el misterio.
Según cuentas las crónicas, los más escépticos trataron de realizar pruebas físicas a las niñas, como clavarles alfileres y agujas en distintas partes del cuerpo (incluso se llega a decir que punzaron sus ojos), con la intención de que las niñas mostraran algún tipo de estímulo. Las mismas crónicas, relatan que las pruebas no arrojaron respuesta alguna, puesto que las niñas parece que ni se inmutaban mientras sufrían los pinchazos.

                           

En el vídeo (en inglés), se hace una recopilación de las apariciones vividas por las niñas. 
Pero además de las supuestas visiones, de los cuerpos catatónicos, y de la sincronización involuntaria de las niñas, otros misterios físicos comenzaban a emerger. Al parecer, cada vez que las niñas sentían "la llamada", una gran multitud las seguía por los angostos caminos y senderos. Muchos de los acompañantes entregaban a las niñas rosarios, cruces, piedras, y otra gran variedad de objetos; las niñas, solemnes en todo momento, levantaban estos objetos para que la supuesta virgen los besara. Tras el beso, las niñas (que permanecían mirando al cielo constantemente), identificaban cada objeto y se lo devolvían a sus respectivos propietarios. Estamos hablando que los objetos al principio eran ofrecidos por decenas, llegando incluso a la centena, y según cuentan, nunca una niña entregó un objeto equivocado a su supuesto dueño.

Niñas ofreciendo objetos para ser besados
Otro de los rasgos del trance, era que las niñas no sentían dolor ninguno, pero tampoco dejaban marca física los muchos impactos que ellas mismas provocaban tirándose al suelo sobre la superficie empedrada. 

Niña en pleno éxtasis
Pero no solo las niñas veían a la Virgen María. Algunos de los allí presentes, decían que también podían observar a aquel celestial ser, aunque muchos de ellos fueron tratados de farsantes al carecer su historia de la más mínima estructura, lógica y detalle. 
Uno de los ilustres personajes que se unió al trance, fue un miembro destacado de la logia católica, el sacerdote Luis Andreu, que falleció horas más tarde alegando que había visto a la "madre celestial". El padre Andreu era muy conocido en la zona, puesto que había pasado muchas horas en compañía de las niñas. Aparentemente, ningún problema de salud le acechaba, pero tras unas frases referidas en el interior de un coche, falleció repentinamente. 
Con el paso de los meses, las niñas iban acumulando "éxtasis" en su haber, pero no trasladaban ninguna información relevante sobre las intenciones de la Virgen María. Finalmente, las niñas comenzaron a relatar frases textuales de la aparición. En ellas, una mezcla de cariño y rabia alertaba a la humanidad sobre sus pecados, y vaticinaba un tremendo castigo para todo el mundo que no se hallara en la zona cercana a Garabandal. 

"Ya se está llenando la copa y si no cambiamos nos vendrá un castigo muy grande" 

Estas predicciones atemorizaron a la población local, e incluso a los muchos extranjeros que ya deambulaban por la misteriosa zona. Se dio el caso de que numerosos visitantes de otros países vendieron todas sus posesiones y se asentaron en Garabandal. El pequeño pueblo pasó a ser epicentro de numerosas peregrinaciones venidas desde todos los puntos del planeta. Según relatan las propias niñas, una de ellas sabía del acontecimiento que se iba a producir y su fecha exacta. Según las propias transmisoras, el evento iba a ser visible a todo el mundo, y cambiaría nuestra forma de pensar para siempre. 
Todos estos mensajes que rozaban lo apocalíptico se producían en una zona conocida hoy como "los pinos", una loma a las afueras de Garabandal que llegó a congregar hasta 25.000 personas en el auge del fenómeno.

Inicio del camino hacia la zona de los pinos
A día de hoy, el camino que realizaban las niñas, se encuentra señalizado, y cada ciertos metros nos encontraremos con altares, cruces, ofrendas, y paneles informativos sobre todos los sucesos acaecidos en este pequeño núcleo urbano. 

Cada aparición relevante está señalizada en forma de altar
A la zona de "los pinos", que en aquella época era una loma sin gran vegetación, se accede por una senda empedrada en un primer momento, que luego se convierte en un sendero de complicado acceso debido a las piedras y a su relevante pendiente.

Último tramo del sendero
Como vemos en las imágenes, el camino es escarpado. Ya hemos comentado al inicio de este post que las niñas hacían este camino a toda velocidad, y llegaban a la cima sin ningún atisbo de cansancio, sudor, o magulladura.
Antes de encarar el último tramo del camino hacia "los pinos", han construido un enorme altar dedicado a la Virgen, acompañado de una gran escultura con una campana, rodeada de mensajes bíblicos y supuestamente revelados en la zona. 

Altar dedicado a la Virgen
El número de cuadros, efigies y otros ornamentos cristianos es elevadísimo, contándose por cientos en todo el pueblo y los caminos circundantes.

Altar (detalle)
El camino de salida del pueblo también cuenta con un viacrucis, que hace de guía por la escarpada zona.
Una vez arriba, podemos contemplar la explanada, donde se produjeron la mayoría de hechos. Según los estudios y la cronología de la época, fueron cerca de 2.000 "éxtasis" los que las niñas experimentaron, aunque a veces no todas las niñas sentían "la llamada", por lo que las apariciones elegían a que niñas querían ver en cada momento. 

Monte de "los pinos"
La parte alta del monte, es el lugar más venerado. Como ya pasara en el resto del camino, la zona cuenta con varias ornacinas con vírgenes en su interior, así como bancos destinados a la oración y otros iconos religiosos. 

Ornacina con numerosas ofrendas
Allá por el año 1965 (4 años después de la primera aparición) los fenómenos cesaron repentinamente. Paralelamente, tanto la iglesia como la dictadura franquista, trataron de camuflar, esconder y deslegitimar todo lo allí acontecido, por lo que el volumen de personas, sobre todo españolas, bajó estrepitosamente cayendo casi en el olvido.
A pesar de estos intentos de secretismo y sabotaje, el movimiento de los creyentes de Garabandal era ya casi imparable. En diferentes puntos del planeta siguen a día de hoy funcionando sedes, haciendo las labores de embajadas del "mensaje de María". De hecho, el precio de cualquier casa de la zona es extrañamente desorbitado, pues muchos de los inquilinos son extranjeros, que siguen devotamente el transcurso de los hechos casi 60 años después. 
Las niñas, que siguieron haciendo entrevistas posteriormente, parecieron querer alejarse del extraño suceso y de su propio pueblo, puesto que las cuatro se casaron con estadounidenses y tres de ellas residen en Norteamérica. 
Evidentemente, las niñas han ido cumpliendo años, incluso alguna de ellas ya ha fallecido, pero el mensaje apocalíptico sigue sin descifrarse, pese a que, supuestamente Conchita (una de las implicadas) lo anunciará 8 días antes de que se produzca. 

Tal vez nunca sepamos lo que allí ocurrió realmente. ¿Se trató de alucinaciones colectivas? ¿un teatro preparado para recobrar la maltrecha fé?¿un juego de niñas?. Quizá fue realmente un milagro divino; si algún día la profecía de Conchita se cumple, se volverá a reabrir el caso en todo su esplendor.
En todo caso, sea real o no, las apariciones marianas siguen siendo un gran negocio, tanto para la gente del pueblo como para vendedores "on line". 
Si visitamos Garabandal bajo una perspectiva escéptica, nos llevaremos grandes sorpresas (o no tanto). Todo el pueblo está dedicado a las apariciones y a sus protagonistas. No falta casa en la que no encontremos una estampa de Jesucristo, la Virgen, el Sagrado Corazón o cualquier otra deidad cristiana. Las escenas que podemos contemplar a lo largo del camino o en la explanada de "los pinos" pueden resultar realmente estremecedoras o dantescas: personas que parecieran estar también en trance se dedican a pasear con sus rosarios fuertemente aferrados a sus manos recitando pasajes de la biblia y del propio rosario. La tranquilidad de la que suelen hacer gala los bosques cántabros, puede verse trastocada cuando escuchamos, como si de un lejano ejército sectario se tratara, a decenas de fieles murmurando extrañas oraciones a un ser lejano.
Por otra parte, en la tienda de souvenirs, que lleva viviendo del acontecimiento decenas de años, podemos adquirir los "packs" básicos del cristiano. Pues no podemos abandonar Garabandal sin una figurita de la Virgen, un rosario, o un libro adoctrinador sobre los mensajes que nos llegan desde no se sabe dónde. Por supuesto, para completar este paraíso devoto, no podían faltar los carteles de prohibición, pues parece que por llevar ropajes veraniegos estemos ofendiendo a un ente superior que nos castigará con furia por llevar una falda corta en el caso de ser mujer, o por lucir una camiseta de tirantes en el caso de los hombres. Quiero imaginar, que en la tierra prometida, el frac era uso obligatorio y quieren seguir manteniendo sus fervorosas costumbres. En el caso de querer autodenominarnos ateos en el pueblo, seremos inmediatamente reprendidos por parte de algunos sectores ultraconservadores, aludiendo a que "si estamos allí es para convertirnos". Entrecomillo esa frase porque son palabras textuales dichas por una vecina. Parece que los amantes del misterio tengamos que tener el carnet de una religión para poder recorrer esa España misteriosa,y mucha veces, profunda. 

El "prohibido" y el "no" parecen ser la esencia de algunos sectores religiosos







miércoles, 25 de septiembre de 2019

ISS: Jamás harás más kilómetros que esta intrépida viajera.

Aunque este blog esté principalmente dedicado a difundir destinos variados, en este post haremos un alto en el camino; hoy miraremos al cielo.
Muchos viajes se miden en kilómetros, en días o incluso en el número de países visitados. Si se tratara de una carrera, la ganadora por excelencia no se encuentra en la tierra, sino en el espacio. Ningún ser humano está en disposición de superar a la intrépida Estación Internacional Espacial (ISS).

ISS Fuente: Robb Report
En 1986, comienza una alianza entre distintos países para diseñar y construir un laboratorio móvil en gravedad cero.
La idea no era nueva, puesto que los cosmonautas rusos ya hicieron realidad ese proyecto con la reconocida MIR. 

MIR
La nave rusa, compuesta de numerosas secciones, comenzó a ser ensamblada en el espacio en entre el año 86 y el 96. Su peso, imposibilitaba la opción de mandarla en un solo módulo desde tierra. Así, pieza a pieza, la MIR fue tomando forma hasta convertirse en la mayor estructura humana en el espacio. Lamentablemente, en el año 1997, un incendio se desata en el interior de la nave y el bastión ruso comienza a revelar numerosos fallos y obsolescencias. Por este motivo, las autoridades rusas se ven obligadas a modificar el rumbo de la estación y hacer que se estrelle controladamente contra la tierra en marzo del 2001. Indudablemente, la MIR aportó multitud de datos y de experimentos en sus múltiples años de servicios.
En la Cité del espacio de Toulouse podemos visitar una réplica a escala de parte de la gigantesca nave. Si queréis más información, en este mismo blog podréis obtener más detalles sobre este recinto espacial francés. (Pincha Aquí)

Réplica de la MIR en Toulouse
La MIR no fue la única nave que orbitaba en el espacio, pero sí quizás la más reseñable. 
La nueva Estación Internacional viene a sustituir y ampliar las capacidades de la nave rusa, convirtiéndose en uno de los grandes hitos de la ingeniería humana.
Tras las numerosas rencillas hasta hoy existentes, la NASA estadounidense, y la Agencia Espacial Rusa, dejan de lado sus resquemores para aliarse en este ambicioso proyecto junto a otros países como Canadá o Japón. España también participó integrada en la ESA (Agencia Espacial Europea). Otros países colaboraron externamente a base de contratos específicos, aunque no pertenecieran al grueso de la organización. 
Cabe destacar que una vez "abandonada" la carrera espacial, la cooperación necesaria de estos dos países dio sus frutos, y varios transbordadores norteamericanos viajaron hasta la MIR y realizaron acoplamientos.

Acoplamiento del Atlantis a la MIR. Fuente Europa Press
Como ya ocurriera con la nave rusa, la ISS va forjándose lentamente, módulo a módulo, con la intervención de los ya desaparecidos transbordadores espaciales norteamericanos. Una vez finalizada esta etapa, la Estación Internacional se ve abastecida en exclusiva por la célebre cápsula "Soyuz" y la nave "Progress", ambas de origen soviético. 
El inmenso trabajo de los científicos y otros especialistas comienza a plasmarse, primero en papel, y más tarde en el complicado rompecabezas que supone el ensamblaje de la ISS en el ingrávido espacio. 

Plano ISS
La estructura, de unos 110x100x30 comienza a ser habitada permanentemente en el año 2000. En ella, sucesivas misiones de astronautas y cosmonautas se han encargado de montar todo el material necesario, principalmente con fines orientados a la investigación. Al fin y al cabo, podemos definir a la ISS como un laboratorio a distancia. Gracias a la ausencia de gravedad, se han podido realizar experimentos que en la tierra hubieran sido imposibles de concluir.
Este gigantesco entramado de módulos y paneles solares, sirve también de base para las misiones que despegan desde la tierra sea cual sea su destino. Este paso es de gran utilidad, puesto que los cohetes y naves utilizan a la ISS como si fuera la primera gasolinera del espacio. 

ISS Fuente: hiperphysics
Los datos técnicos de la ISS no pueden dejar indiferente a nadie. Su velocidad es de 27743 km/h, lo que equivale a 7.7 kilómetros por segundo. Si la comparamos con un avión, este medio de transporte aéreo queda ridículamente superado, puesto que vuela a una velocidad aproximada de unos 750 km/h. Para ver su magnitud, cabe destacar que la ISS da una vuelta completa a la tierra en apenas una hora y media.
La órbita de la Estación Internacional, la sitúa a una altitud que oscila entre los 300 y los 400 kilómetros de la tierra. 
Los astronautas que viajan a bordo de la ISS, no sienten ningún síntoma de aceleración, puesto que la gravedad cero anula cualquier sensación de velocidad. 
No cabe duda, de que los tripulantes de las misiones que se van repartiendo en turnos en la ISS, disfrutan de las impresionantes vistas de la tierra, de las auroras boreales casi continuas, y de los 15 amaneceres y atardeceres diarios. 


Evidentemente, optar a un puesto para ser tripulante de la ISS conlleva una preparación compleja en todos los sentidos, por lo que la mayoría de los mortales no podremos disfrutar de esas espectaculares experiencias. 

Espectacular imagen. Fuente: Scott Kelly (NASA)
A vista de satélite, los astronautas monitorizan circunstancias complejas del clima en la tierra, volcanes, incluso incendios, ya que el humo y las nubes son fácilmente detectables desde la estación cuando las catástrofes son de una cierta magnitud. 

Vista de la Península Ibérica desde la ISS. Fuente: Nasa
Esta claro que desde la ISS pueden observar todo lo que ocurre en nuestro planeta, pero para nuestro disfrute, nosotros también podemos sacar partido de esta situación, puesto que la estación es visible sin necesidad de usar ningún aparato de ampliación. 

La ISS "cruzando" el sol. Fuente ESAC-ESA
Para los amantes del cielo nocturno y sus derivados, el paso de la ISS es admirable y relativamente sencillo de visualizar. Como ya hemos señalado, la estación rodea la tierra una vez cada hora y media. Si la orientación es correcta, sus paneles solares reflejan la luz del sol y surca el cielo como un punto luminoso de gran intensidad. Cuando los paneles se encuentran enfrentados al sol, la nave se hará todavía más visible durante unos segundos, dejando maravillados a los que la descubren por primera vez. 

La ISS observada a simple vista desde la tierra. Fuente:Cadena Ser
La inmensa mayoría de los habitantes de este planeta no conocemos el rumbo de este peculiar laboratorio espacial, pero para eso se han desarrollado sencillas aplicaciones para móvil y para ordenador. Para muestra, el programa ISS detector, nos proporciona con todo lujo de detalles los pasos de la estación sobre nuestras cabezas. Bastará con conocer nuestra ubicación, y hacer caso a las indicaciones de la aplicación para trazar imaginariamente el rumbo que llevará, y esperar a la hora indicada. 
Por supuesto, la ISS no es el único objeto artificial y espacial que deambula sobre nuestras cabezas, numerosos satélites de menor brillo pasan continuamente surcando el cielo con trayectorias dispares. De hecho, muchos astrónomos critican la idea de nuevas compañías como Space X, cuya intención es llenar el cielo de satélites artificiales con diferentes propósitos. El proyecto Starlink, de dicha compañía, "suelta" decenas de satélites a la vez. Poco a poco, los satélites se van situando en sus respectivas órbitas. No cabe duda, de que en un futuro no muy lejano, el cielo contará con excesivos objetos artificiales que interferirán en las investigaciones astronómicas, incluso cambiarán la fisonomía del propio espacio visible desde el planeta Tierra.



También tenemos que recordar que el lanzamiento de objetos al espacio no es inocuo, obviando el tremendo gasto que supone, tenemos que recalcar la cantidad de chatarra espacial que va en aumento y para la que no hay ningún plan de reciclado. Parece que el ser humano siempre deja huella (como en la mayoría de casos, negativa), y no solo en la Luna. 
Aun así, recomiendo encarecidamente vislumbrar la ISS siempre que las circunstancias lo permitan. El surcar el cielo de este punto luminoso es hipnotizante, y es un buen momento para intentar captarla en imágenes. Si el viajero se encuentra en un paraje oscuro y con buena visibilidad, agradecerá este acontecimiento ordinario pero espectacular. 
Si por el contrario se desea disfrutar de la vista inversa, canales de la NASA en la plataforma Youtube pueden proporcionarnos momentos de asombro con una visión en tiempo real desde la estación. En estos vídeos, podremos ver nuestro mundo y todos sus secretos cómodamente desde casa. Si quieres vivir esta experiencia pincha AQUÍ
El paso de la ISS, o simplemente la observación del cielo, nos hará reflexionar y asumir el hecho de que no somos "nada", más que un insignificante punto en la inmensidad del universo. 

Recuerde: Usted está aquí.