lunes, 10 de febrero de 2025

Verballenas: ¡Por los océanos!

Desde este blog siempre apoyaremos aquellas iniciativas y actividades dedicadas a la preservación de la fauna y flora a cualquier nivel, y hace unas semanas publicamos un resumen de algunos centros de recuperación de animales (Puedes verlo AQUI). Fruto de este compromiso con los seres vivos que nos rodean, en la presente entrada vamos a conocer otras actividades y centros que se encuentran diseminados por la geografía nacional y que se desviven día a día por concienciar a la población general de la necesidad de proteger su entorno.

En primer lugar, nos desplazaremos hasta las frías aguas del cantábrico, frente a la costa vasca, donde un pequeño barco sale en determinados meses del año tratando de localizar algunas de las especies más conocidas de cetáceos que se adentran en estas aguas en busca de alimento. Este gran proyecto, con el sugerente nombre de "Verballenas" es uno de los más interesantes a nivel nacional abierto a todos los públicos. Como su propio nombre indica, esta aventura está destinada al avistamiento de cetáceos en altamar. 

Esta experiencia parte en los meses de verano de los puertos de Santurzi (Bilbao) y Bermeo, una pequeña localidad vasca muy cerca del impresionante cabo Machichaco, donde se encuentra el famoso paraje de San Juan de Gaztelugatxe (que ya analizamos en este blog).  

A primera hora de la mañana, el anfitrión y patrón Gorka Ocio y el resto de la tripulación, recibe a los visitantes a pie de puerto, a escasos metros del "Hegaluze", nombre con el cual han bautizado al pequeño barco que transportará al grupo de viajeros mar adentro.  


"Hegaluze" en su amarre de Santurzi

Tras las presentaciones y el recordatorio de las normas de a bordo, el Hegaluze se encamina a la bocana del puerto, lugar por el que abandonará las aguas tranquilas de su amarre para enfrentarse a los desafíos de la brava mar cantábrica. 

Nada más sortear los diques, Gorka sube a la parte alta del barco, donde con sus prismáticos trata de divisar las distintas especies que nadan y viven libres en las frías aguas. El patrón, que lleva más de 30 años trabajando en el mar, a bordo de barcos pesqueros como observador científico, es un seguro de vida a la hora de localizar e identificar las numerosas especies que habitan la zona. Además, el avezado científico ha recorrido el mundo entero buscando especies poco frecuentes que su radio de acción no le permite encontrar en su día a día. 


Gorka (derecha) observa la mar desde su posición

Desde el barco de "Verballenas" no solo se pueden avistar habitantes acuáticos, sino que también se hace un seguimiento activo de todas aquellas especies de aves que se alimentan de peces, y que pasan las horas recorriendo la superficie tratando de localizar a sus presas. Además, la empresa organiza salidas orientadas exclusivamente al mundo de la ornitología, convirtiéndose en un referente importante en el mundo de los "pajareros". 


Pardelas fotografiadas en ruta por Gorka

Aunque las aves captan la atención de los visitantes, normalmente las grandes ovaciones se las llevan las criaturas que viven en los fondos marinos. La emoción de divisar un grupo de delfines, o los tan ansiados cetáceos, son celebrados en cubierta por la mayoría de visitantes.

Es necesario estar continuamente oteando el horizonte para intentar divisar rastros de vida animal. Normalmente, la aparición de una aleta dorsal suele ser el inicio de la acción. Una vez localizado el animal, la primera tarea es la identificación, que suele correr a cargo de la tripulación, aunque es una experiencia abierta a todo el pasaje. Cada especie tiene comportamientos distintos, y es necesario tener un gran conocimiento para adelantarse a sus movimientos. 

Los delfines son mamíferos acuáticos muy inteligentes, que en ocasiones buscan tener pequeñas interacciones con los barcos y con los humanos. Movidos por la curiosidad, suele ser habitual que el Hegaluze se vea rodeado de ellos. Sin embargo, especies más esquivas como los tiburones suelen ser más complicadas de ver. Los grandes cetáceos, a pesar de su tamaño, son especialistas en sumergirse y desaparecer de la vista, hasta que se ven forzados a salir a la superficie para respirar, algo que puede retrasarse durante muchos minutos. Este hecho suele provocar que se pierda contacto con el animal, y su localización sea prácticamente imposible.


Un delfín se aproxima al Hegaluze


Cuando los animales son divisados, el barco, bajo las órdenes de Gorka, se aproxima lentamente, siempre con respeto y manteniendo una distancia prudencial. Una vez situado, se apagan los motores y se permanece en silencio, disfrutando del espectáculo que siempre resulta de localizar a un animal salvaje en su medio. Como es natural, las rutas (que recorren un gran número de millas y duran unos 8 horas) no siempre resultan "productivas", ya que los animales no siempre aparecen o no están donde se le espera. Esa imprevisibilidad debe enseñarnos que no nos encontramos en un acuario artificial donde los animales siempre están involuntariamente dispuestos para ser observados. Aun así, el patrón y la tripulación siempre se afanan en buscar en los lugares más probables, dependiendo de la climatología y la temperatura ambiental. La orografía del fondo marino también es influyente. Así pues, frente a las costas de Biarritz, localidad francesa del sur del país que ya analizamos en este blog, existen accidentes geológicos submarinos que propician el intercambio de corrientes de distinta temperatura. Este detalle origina un gran flujo de peces en sus proximidades, lo cual atrae a cetáceos y otras especies que se alimentan en sus aguas. 

Esta zona, perfectamente conocida por la tripulación del Hegaluze, suele ser parada obligatoria en la ruta, aunque bien es cierto que la aparición de las frecuentes tormentas en el mar puede hacer que esos flujos cambien y los animales elijan otras zonas para alimentarse. Para nuestra desgracia, este motivo puede frustrar el encuentro con los grandes cetáceos.


Calderones con su cría recién nacida


Aun así, y gracias a que las especies potencialmente "avistables" son numerosas, normalmente la experiencia resulta extremadamente grata, ya que se conocen las particularidades de los distintos ejemplares que se van encontrando. Además, la actividad se complementa con un pequeño seminario realizado los días anteriores, en el cual se marcan las pautas de lo que se puede encontrar en la ruta a bordo del Hegaluze. 


Rorcual común, fotografiado por Gorka


La pasión de todo el equipo de "Verballenas" es palpable en todo momento, y colaboran con otras entidades de ámbito conservacionista. Por ejemplo, la huella de carbono provocada por el Hegaluze es compensada con la plantación de árboles autóctonos en la reserva de Urdaibai, muy cercana a Bermeo y declarada "reserva de la biosfera". Los objetivos de este proyecto son erradicar especies introducidas e invasivas como el eucalipto, siendo sustituidas por vegetación autóctona, que provoca un efecto regenerador de gran impacto en las zonas donde ya se ha actuado. 

Gracias la buen hacer del equipo de "Verballenas", se ha creado una red informal de colaboradores, que notifican avistamientos de especies poco conocidas o estudiadas, así como alertan sobre peligros o varamientos de ejemplares en la costa. Esta estructura no oficial, está funcionando de una manera reseñable a la hora de concienciar a la sociedad sobre la delicadeza del mundo marino y sus problemas habituales. La sobrepesca, la contaminación, y la destrucción de sus ecosistemas está provocando una caída en picado a nivel global de las especies, lo que conducirá a muchas de ellas a su extinción en el corto y medio plazo. 


Ballena azul. Fotografía de Gorka

Para su desgracia, el mundo marino está condenado a la desaparición, ya que cada vez se encuentra más arrinconado. Por ejemplo, el uso de potentes sónares militares y civiles, así como el de las prospecciones y extracciones de recursos submarinos, pasa de manera desapercibida para el público general. Los océanos, que cubren más del 70% de la superficie terrestre, son enormes terrenos en su mayor parte inexplorados. Este desconocimiento permite que las regiones marinas sean destruidas y sobreexplotadas sin ninguna oposición.  Mientras tanto, en las zonas costeras, son miles de toneladas de vertidos y basura las que cada año son arrojadas sin ningún tipo de miramiento. En Japón, y tras la catástrofe radiactiva de Fukushima tras un enorme terremoto, los depósitos todavía contaminados fueron vertidos al mar sin ninguna consecuencia legal. Estos actos, tarde o temprano pasarán factura a nuestra especie. A pesar de todo este pesimismo, todavía quedan personas concienciadas e inmersas en esta lucha por salvar los mares, y buen ejemplo de ello son los integrantes del equipo de "Verballenas", motivo por el cual merecen ser respetados, reconocidos.... y visitados. 


PAGINA WEB "VERBALLENAS"


*Viajar o Morir quiere dejar claro que esto no es un post publicitario, ya que no se reciben contraprestaciones de las empresas mencionadas anteriormente (ni de ninguna otra). Este blog simplemente recomienda una experiencia vivida en primera persona sin mayor implicación. 

jueves, 6 de febrero de 2025

Montserrat: la montaña mágica de la luz.

Hablar del macizo de Montserrat, ubicado en la provincia de Barcelona, es hablar de una mezcla entre el misterio, la fe y los sucesos inexplicables. Este espolón calcáreo de arenisca y guijarros compactados, ha suscitado la veneración del hombre desde tiempos inmemoriales. Alejado de las grandes urbes que se sitúan en el área de influencia de la capital, esta mole petrificada se ha convertido en uno de los "puntos calientes" del misterio en España. 


Montserrat


Ya en el año 880, y según cuenta la leyenda, unos pastores de corta edad se encontraban resguardando el ganado un atardecer cualquiera. En un momento dado, una potente luz los iluminó, y a su vez comenzaron a escuchar una armoniosa melodía en sus cabezas. Con el miedo en el cuerpo, los jóvenes se alejaron en dirección a su casa sin poder definir lo que habían visto. El camino hasta Olesa, localidad donde residían, lo hicieron sumidos en la confusión. 

Ante su nerviosismo, su familia cercana decidió acompañarlos al siguiente día, y la luz se volvió a hacer presente, trasladándose hasta un punto concreto de Montserrat situado en una de sus laderas y permaneciendo estática ante la sorpresa de los allí congregados. Poco a poco, la noticia se extendió entre los vecinos de los alrededores, hasta que llegó a oídos del párroco de la zona. Dando veracidad a lo que allí estaba sucediendo, el obispo de Manresa decidió también acudir a la montaña, formando ya un grupo nutrido de curiosos que cada tarde salían en busca de la misteriosa luz. 

Bajo las órdenes del obispo, los aldeanos se dirigieron hacia donde permanecía posada la luz, y allí encontraron una cueva horadada de manera natural en la roca. Para su sorpresa, en el interior hallaron una talla de una virgen negra, dedicada a Santa María. La estatuilla trató de ser trasladada, pero su enorme peso lo impidió, a pesar de que sus dimensiones eran reducidas. Esto se interpretó como una señal celestial e inequívoca de que la virgen deseaba permanecer en la montaña. 


Talla de la virgen "la Moreneta"


Esta virgen, patrona de Cataluña, se apodó con el nombre de "la Moreneta", ya que su piel lucía tonos negros y oscuros (fruto del desgaste de su barniz). La talla hoy expuesta, se ha atribuido al artista Juan de Mesa, y se cree que data de inicios del siglo XVII. Hasta hace poco, se desconocía el autor real de la obra, y todas las hipótesis eran puestas en entredicho. 

Sea como fuere, y si creemos la leyenda, todo el complejo eclesiástico, cultural y turístico, comenzó a construirse en torno a la supuesta figura aparecida. El lugar, que comenzó siendo visitado por humildes peregrinos, fue creciendo en afluencia, lo que provocó que siglos después se iniciaran las obras de un monasterio, el cual podemos visitar a día de hoy, y que contiene en su interior la talla que representa a la virgen. 


Monasterio de Montserrat


Con el paso de los siglos, la montaña se llenó de escarpados senderos por sus faldas que conectaban el lugar de la aparición con una suerte de gran plataforma donde se acomodó el santuario y otros edificios. A día de hoy, se han construido medios de transporte como teleféricos y trenes para agilizar el tránsito de los miles de visitantes que acuden al macizo calcáreo. Como era de esperar, no son pocos los que avanzan por los estrechos caminos hasta el punto que marcaban las misteriosas luces y donde apareció la virgen. 


Recinto de la cueva


A pesar de su inaccesibilidad, parte de los edificios actuales fueron destruidos con la llegada de Napoleón, quien arrasó gran parte de ellos al tomar la posición a principios del siglo XIX.A pesar de que los ataques fueron breves, surgieron de ellos algunas leyendas, como la del "timbalero del Bruc", que narra la aventura de un joven del pueblo que siempre iba con su tambor a cuestas. Cuando las tropas napoleónicas se acercaban a la zona provenientes del norte, todos sus vecinos y familiares comenzaron a armarse con lo que podían, ya que no pertenecían a ningún grupo armado. Debido a su corta edad, el joven subió a la montaña y se refugió tras unas rocas para observar la batalla. Cuando tocó su tambor, la roca le devolvió el sonido amplificado, y comprendió rápidamente que si tocaba su tambor fuertemente, parecería como si miles de hombres estuvieran tocando a la vez. A pesar de la inocencia del plan este funcionó a la perfección, haciendo retroceder a la tropa francesa, que esperaba un enemigo mayor apostado en la montaña. 

A día de hoy, una figura aún recuerda esta proeza, en la localidad cercana del El Bruc.


Estatua del timbalero. Fuente: Mitos y leyendas

Las sugerentes formas de las piedras de la montaña, como era de esperar, han dado vida a decenas de mitos de seres mitológicos, diablos y diversas formas de vida no terrenal que habitan el paraje. Aunque, sin ninguna duda, Montserrat se ha hecho famosa por sus "luminarias", que han llegado a intervenir varias veces en momentos cruciales de la vida en la región. 

En 1345, una gran sequía que azotó la zona durante una década, estaba causando estragos en la población de Manresa, que se ubicaba a escasos kilómetros de Montserrat. La construcción de una acequia de riego parecía poder acabar con el problema de un plumazo, pero el obispo de Vic, figura relevante del clero en aquella época, se oponía. A pesar de que el rey Pere III había dado su permiso, el clero parecía reticente a dar su brazo a torcer. Todo cambió el 21 de febrero de ese mismo año, cuando una gran luminaria bajó desde la cumbre de Montserrat y penetró en la iglesia del Carmen en Manresa. La luz, en forma de rayo, atravesó el rosetón de la construcción e hizo sonar una campana ante el espanto de los presentes que se hallaban en su interior. Este sorprendente acto hizo que se tomara como una advertencia divina, y el obispo accedió a la construcción de la acequia. 

Meses después, tras la finalización de las obras, las cosechas volvieron a germinar y la hambruna acabó. Este hecho se convirtió en una de las fiestas principales de Manresa que se conmemora año tras año con el nombre de "la misteriosa luz".


Anuncio de 1953


Como hemos visto, las extrañas luminarias, parecen ser habituales en el entorno de la montaña de Montserrat, ya que no se circunscriben a un periodo concreto, sino que parecen ser la tónica habitual desde tiempos inmemoriales. 

De hecho, acompañando al creciente "fenómeno ovni" de los años 70, una multitud de testimonios aseguraban haber visto extrañas luces en todo la zona montañosa, y que dichas luminarias presentan en ocasiones comportamientos "inteligentes". De hecho, algunos afirman que detrás de todo este show de lo paranormal se encuentran seres de otros planetas con sus luminosas naves. La curiosidad llegó a tal punto que decenas de personas se agrupaban cada noche en la denominada "explanada de los avistamientos", con la esperanza de ser partícipes de estos extraños hechos. Algunos, ya sea de manera sincera, o por sumarse al carro de la moda, afirmaron haber divisado desde ese punto más luces "no creadas por el hombre". 


Montserrat de noche


Tal vez las erosionadas piedras de Montserrat sean las guardianas de secretos que jamás conoceremos, ya que el interés suscitado por esta zona ha alcanzado dimensiones mundiales. De hecho, el propio partido nazi comandado por Hitler, posó sus ojos y sus garras sobre esta montaña, un hecho que pocos españoles conocen. 

Corría el año 1940, y los rescoldos de la guerra civil española todavía humeaban, cuando el jefe de las SS Heinrich Himmler, y número 2 del partido nazi aterrizaba en Barcelona con una extraña misión: encontrar el Santo Grial. El régimen franquista recién instaurado se hizo cargo de la seguridad del dirigente alemán, y le proporcionó acceso libre a sus pretensiones. Sin dudarlo, Himmler viajó rápidamente hasta la abadía de Montserrat, y sin muchas preguntas, accedió a su biblioteca interna. 




De la mano de Andreu Ripoll (único cura que hablaba alemán) pasó varias horas revisando documentos de la historia de Montserrat, en busca de alguna pista que le guiara hasta el cáliz. Según sus asesores, el objeto habría sido trasladado a la zona y escondido en alguno de los innumerables recovecos de la roca. Al no conseguir dar con ninguna pista que le acercara a su objetivo, el alemán abandonó la abadía contrariado, y aparentemente la búsqueda del Grial cesó en esta ubicación. 

Como es de sobra conocido, el movimiento de extrema derecha dirigido por Hitler tenía fuertes creencia esotéricas y todas sus derivadas. Se sabe que el partido dedicó innumerables esfuerzos a encontrar piezas y reliquias del mundo antiguo, ya que estaban convencidos de que eso les garantizaría la indestructibilidad en el campo de batalla. 


Himmler en Montserrat



Como hemos visto, la montaña de Montserrat tiene ganado por méritos propios su calificativo de "mágica", ya que a lo largo de la historia es un enclave que no ha dejado indiferente a nadie. A día de hoy, repitiéndose cíclicamente, sigue ocupando un pequeño lugar en todas las publicaciones que hablan sobre esoterismo y eventos paranormales, aumentando día a día su "currículum" de encuentros con lo imposible. Amantes del misterio, ocultistas, nazis, religiosos, un sinfín de caracteres distintos han vuelto sus ojos hacia estos parajes tranquilos en apariencia. ¿Hace falta tener un sentido desarrollado que nos permita ver, oír o creer? ¿Es probable que distintas generaciones separadas por siglos y siglos de historias vean fenómenos parecidos? ¿Algún día se revelará alguna evidencia que pueda ser corroborada por todos? Quien sabe. Este tipo de lugares siempre guardan celosamente sus secretos para aquellos que los quieran escuchar. Para el resto de los mortales, seguirá siendo un sitio plagado de naturaleza y tranquilidad.


Montserat ¿escalera al cielo?


martes, 4 de febrero de 2025

Soria y su laguna negra: un pozo sin fondo de historias.

"Y lo llevan a la Laguna Negra, que no tiene fondo, y allí lo arrojan con una piedra atada a los pies. La laguna está rodeada de una muralla gigantesca de rocas grises y verdosas, donde anidan las águilas y los buitres. Las gentes de la sierra en aquellos tiempos no osaban acercarse a la laguna ni aun en los días claros."


De esta manera, describía el poeta soriano Antonio Machado en 1912 la laguna situada a escasos kilómetros de La Rioja, y muy cerca del nacimiento del Duero, principal río soriano. El reconocido poeta, al igual que los paisanos, era consciente del gran magnetismo y misterio que desprendía la lámina de agua que se aposentaba bajo las escarpadas paredes de piedra, a casi 2000 metros de altitud. 
Y es que la legendaria "Laguna Negra", lleva generando mitos y leyendas desde tiempos inmemoriales, sobre todo entre los pobladores de la comarca de pinares, que hacen su vida en las zonas más bajas del valle, donde se levantan diferentes explotaciones madereras que son el eje principal de la economía de la región.


Portada de Antonio Machado de 1912


Las zonas más elevadas son un verdadero capricho natural, que han sido esculpidas por las diversas glaciaciones que se han dado en la zona milenios atrás, propiciando la aparición de todo tipo de estructuras naturales que podemos contemplar hoy en día, y que están protegidas bajo la figura de "Parque nacional". 
La Laguna Negra, es el fruto también de la metamorfosis provocada por el hielo, que es uno de los factores erosivos más poderosos que existen. Además, en las cercanías se encuentra una multitud de otros pequeños lagos menos conocidos, como la "laguna helada", la de "mojón alto" y la "larga", por poner algunos ejemplos. Todas estas masas de agua han nacido al amparo de enormes circos glaciales, que generan diversos microclimas, lo que favorece la  proliferación de todo tipo de animales y plantas más propios algunos de las grandes alturas pirenaicas que de un biotopo típico de la meseta central.


Laguna Negra


Y es que la Laguna Negra reúne todas las características de lugar enigmático, ya que la baja densidad de población, la poca accesibilidad (hasta hace no muchos años) y los parajes solitarios, siempre favorecen la creación de mitos y leyendas, que han sido transmitidos de generación en generación, probablemente en mitad de conversaciones a la luz del fuego, en las largas y heladas noches del riguroso invierno soriano. 
Así pues, Antonio Machado plasmó parte de esas historias en su trabajo "La tierra de Alvargonzález" , en el cual relataba las peripecias de dos hombres que habían acabado con la vida de su padre para percibir una más que cuantiosa herencia. Tras matarlo, habían culpado a un inocente de la muerte, y una extraña maldición se apodera de ellos. Su madre, tras la muerte de su marido, se muere de pena, y las tierras familiares dejan de producir hasta tal punto que no crecía ni la hierba. La historia finaliza cuando los hermanos parricidas son engullidos por la Laguna Negra tras pasar cerca de sus aguas. A partir de ese momento, las tierras son liberadas del embrujo y vuelven a ser fértiles como lo eran antaño. 

 Esta historia, que posiblemente fue una adaptación de poema del Cid, corrió como la pólvora entre las gentes que poblaban los alrededores de la laguna, haciendo que nuevas leyendas comenzaran a forjarse en torno a esta. 


Laguna Negra


A pesar del impacto de la historia de Machado, las leyendas ya provenían de siglos atrás, ya que se aseguraba que un enorme lagarto atrapaba a los incautos paseantes que se atrevían a acercarse a las orillas de la laguna, arrastrándolos al fondo en silencio, no volviendo a aparecer jamás.
El arraigo de este tipo de leyendas ha hecho que llegara hasta nuestros días la falsa creencia de que la laguna no tenía fondo conocido, y que ningún explorador había conseguido encontrar el lecho rocoso en sus inmersiones. Este dato, que a día de hoy sigue permaneciendo en el inconsciente colectivo es falso, ya que la profundidad está datada entre los 8 y los 10 metros, dependiendo de la zona estudiada. 

Desde una visión más científica, la Laguna Negra es un paraje espectacular, en el que podemos ver como la erosión glacial y otros fenómenos naturales han "tallado" un paisaje abrupto, en el que también podemos observar las rocas desplazadas a cientos de metros de distancia por las lenguas de hielo, mostrándose completamente desubicadas en mitad de las zonas de vegetación abundante. 


Gran roca desplazada por el glaciar



Los brutales fenómenos naturales allí presentes han sido en multitud de ocasiones desplazados por las historias casi paranormales de la zona. Aún así, tenemos que analizar la raíz de todos estos conglomerados de leyendas, ya que siempre suelen ocultar una solución práctica a los temores de las distintas épocas, y han sido creados con una intención pedagógica o ética. Si hacemos una amplia retrospectiva, nos damos cuenta de que muchas de las religiones existentes han basado sus fundamentos en los mismos principios. Por ejemplo, muchos estudiosos afirman que la prohibición de comer cerdo por parte del la confesión islámica fue debido a la existencia de numerosas pestes y enfermedades que hace dos milenios ocasionaba el consumo de esta carne. De esta manera, se evitó que la población enfermara, y la lección, revestida de un tono sobrenatural, acabó siendo un consejo sanitario efectivo. 
Pareciera que estas argucias han caído en desuso, sin darnos cuenta de que algunas de nuestras propias tradiciones del siglo XXI provienen de circunstancias semejantes. Por ejemplo, el acto de tomar "las uvas" en nochevieja, procede del año 1909, cuando una excelente cosecha de esta fruta hizo que los productores inventaran este acto social para dar salida a sus rebosantes almacenes. Desde entonces, cada año, son miles las toneladas de uvas que se consumen por esta tradición mercantilista. 
La invención de maldiciones y criaturas del abismo en la Laguna Negra podría responder a una forma de aleccionamiento muy simple que, ejercida sobre la población de los alrededores, habría conseguido su finalidad. En este caso concreto, los habitantes de las zonas vecinas, que en su gran mayoría no sabrían nadar, deberían permanecer alejados de estas láminas de agua, ya que su entrada en ellas podría provocarles un grave accidente. Con el miedo presente en los receptores de las leyendas, se aseguraban que permanecían seguros "en tierra firme". 


Arroyo saliente de la Laguna Negra


En la edad moderna, muchas de estas historias han sido desterradas, debido a que se ha demostrado ser completamente falsas o erróneas. De este modo, nuestra generación se encuentra ante el dilema de mantener o no estas tradiciones, ya que en numerosas ocasiones forman parte de la cultura local y popular. No debemos olvidar que muchas de estas historias reflejan miedos domésticos del día a día, y muy relacionados con la historia y el paisaje de las diversas zonas. Esos miedos, a día de hoy han podido desaparecer, suplidos por las nuevas tecnologías, pero han surgido otros muchos. Esos temores cotidianos, es probable que den lugar a nuevas leyendas, que serán rebatidas con el paso del tiempo. Desde luego, parece que hemos perdido parte de nuestra esencia, ya que antes los miedos se enfrentaban en comunidad y a la luz del fuego, mientras que ahora basta con un teléfono móvil y la soledad.