Otro lugar emblemático, y mucho más desconocido, se encuentra en el Puerto del Escudo, que atraviesa con su carretera la frontera entre Cantabria y Castilla y León por su vertiente burgalesa. En la carretera N-623, a la altura de la población de Corconte, y a escasos kilómetros del Embalse del Ebro emerge una figura poco frecuente en España: una pirámide.
Esta pirámide escalonada, construida en Agosto de 1939 (una vez finalizada la guerra), tenía el propósito de albergar los cuerpos de los soldados italianos que Mussolini mandó para colaborar en las batallas del ejército franquista.
Esta estructura, de unos 20 metros de alto, llegó a hospedar 384 cadáveres de combatientes italianos hasta el año 1975, en el que el gobierno italiano ordena su exhumación y traslado de los restos a su país natal.
Aunque ya se ha vuelto casi "invisible", una gigantesca "M" (de Mussolini) preside la entrada principal, bajo una gran cruz formada por los agujeros existentes de los bloques de caliza.
En su interior, podemos todavía observar las cavidades donde fueron enterrados los cientos de soldados italianos.
En el suelo, una pequeña abertura con unas escaleras, da acceso a la planta subterránea, donde se encuentran otras sepulturas, de las que aún podemos observar restos de madera proveniente de los rudimentarios ataúdes. Estas sepulturas estaban destinadas a los soldados de más rango.
El estado de la zona es ruinoso, debido al abandono que hubo desde el año 1975. Aun así, la zona infunde cierto halo tétrico.
La sala principal, situada junto al acceso a la pirámide es de sección semicircular. En sus paredes altas, aún guarda frases y arengas fascistas típicas de la guerra y sus posteriores consecuencias.
"Presente, presente, presente" |
Esta noticia, causó gran perturbación en la sociedad, y comenzaron las leyendas sobre la maldición del monumento. Muchos aficionados al mundo paranormal han acudido a la zona para realizar sus experimentos.
Imagen de un diario de la época reflejando el accidente |
La niebla "nace" del embalse del Ebro |
Tal día como hoy, en una cuneta no muy lejana |
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