viernes, 29 de septiembre de 2017

Tren de Artouste (Francia)

En las cercanías del paso fronterizo hispano francés del "Portalet", se encuentra una de las estaciones de ski más familiares del país galo. La estación de Artouste abierta solo en invierno es una estación familiar no muy grande que se ubica a escasos kilómetros de la frontera. El recorrido sinuoso de la carretera nos enseña una zona sin apenas vegetación en sus partes más altas, normalmente cubiertas de nieve, y con bosques extremadamente abruptos debido a lo escarpado del terreno en sus cotas más inferiores. 


Frontera

Tras varios kilómetros nos encontraremos con restos de fuertes militares excavados en la roca a lo largo del trayecto. Un paisaje muy interesante con una sinuosa carretera que debemos recorrer con tranquilidad y seguridad (sobre todo en invierno). 
Siguiendo la señalización (más bien escasa, como en todo el país) llegaremos a la base de la estación del telecabina. El complejo principal de Artouste se encuentra a las orillas del lago "Fabrèges". Nos encontraremos con multitud de parkings donde poder estacionar sin ninguna dificultad y nos encaminaremos a la base del telecabina. 


Este telecabina alimenta a la estación de esquiadores en invierno y amantes del senderismo en verano. Actualmente el telecabina se encuentra en proceso de remodelación. La construcción del nuevo telecabina acabará con la vida del obsoleto remonte. A pesar del paso de los años, la ascensión en él es increible. El cambio de altura en proporción al tiempo de ascenso es vertiginoso. Durante el ascenso se pueden contemplar animales como vacas y caballos agazapados en la escarpada montaña. 

Ascensión con el lago Fabrèges al fondo

Una vez arriba,nos encontraremos con el edificio de recepción de visitantes con alguna tienda y un bar, pegado a la explanada desde la que sale el tren. Merece la pena relajarse unos minutos contemplando el abrumante paisaje que nos rodea, incluyendo las vistas de uno de los picos más famosos de la cordillera pirenáica francesa: El Midi de Ossau.

Midí de Ossau (2885m)
Recomiendo que si habéis decidido visitar el tren de Artouste compréis las entradas con antelación y madruguéis un poco para poder subir al primer tren, evitaréis aglomeraciones, y disfrutaréis de la fauna local como las marmotas, sarrios y cabras montesas que no han sido "molestadas" en toda la noche.

No esperéis encontraros grandes avances tecnólogicos cuando os montéis en el pequeño tren. La razón no es la falta de inversión y el desinterés de las administraciones (como suele suceder), simplemente es un intento de mantener la estética para lo que fue construído; un tren de transporte de materiales, lo más parecido a un tren minero. Este tren abastecía la construcción de las presas y canalizaciones que el país galo costruyó, en la decada de los años veinte, para producir electricidad con la fuerza del agua de los lagos superiores. Debido a los escarpado del terreno y a la dureza de la piedra fue una ardua labor, sumado a que la vía suma un total de 10 kilómetros. Otro factor a tener en cuenta es la altitud a la que fue construido. Casi todo el trayecto supera los 2000 metros de altitud, convirtiéndolo en el tercer tren que circula a más altitud en toda Europa, solo precedido por un tren en Suiza y otro en el mismo país situado en el Montblanc. 
El recorrido comienza con la entrada en un largo y estrecho túnel por el que apenas pasa la locomotora, y cuyas paredes parecen atrapar al tren en determinados momentos de este angosto paso. Tras rebasar este tramo el paisaje se abre mostrándonos todo el valle, en el que se combinan las infraestructuras de la estación de esquí, las altas montañas y un río que transcurre en paralelo a la vía por el fondo del valle. 


El tren continua siempre en ascenso hacia la parte alta del valle, por vías que se asoman peligrosamente al vacío. El recorrido dura un poco menos de una hora. Recomiendo no perderse detalle del paisaje y no perder de vista las laderas, donde las marmotas se camuflan entre las piedras y desaparecen cuando sienten la presencia humana cerca. También recomiendo (encarecidamente) que tengáis presente que la altura, los cambios drásticos de climatología y el terreno obliga a ir preparado con ropa de abrigo,calzado adecuado, y depende de las intenciones, víveres suficientes para no pasar apuros y empañar el viaje.



Tras casi una hora del trayecto, el tren para finalmente en una pequeña estación situada delante de una presa y un lago mediano. A partir de ahí las opciones se multiplican. Desde la estación, parten senderos en varias direcciones. Dependiendo de la situación fisica de cada uno podréis optar por una ruta "corta" o una más exigente. Lo que nos encontraremos más arriba son ibones naturales, lagos pequeños con aprovechamientos eléctricos y un sinfín de paisajes extraordinarios. 

Presa y primer lago 
Como observaréis en las fotografías, el color del agua y el entorno acompañan a seguir andando o simplemente sentarse y disfrutar de este paisaje idílico al que se puede acceder con un ínfimo esfuerzo. 
En cualquier lago, en cualquier ibon, en cualquier charco, puedes encontrar vida. A pesar de las condiciones anteriormente descritas podemos encontrar gran variedad de fauna y flora.

Crías de rana (renacuajos) en un charco de agua pluvial

Cualquier espacio que rodea la estación es un buen sitio para pasar el día, no hace falta moverse mucho para disfrutar del valle del Ossau.






Cuando tengáis que volver, simplemente tenéis que hacer el recorrido inverso, coger el tren que os devolverá a la estación principal, y bajar en el telecabina hasta el edificio principal de la estación. 


En resumen, aunque para muchos es desconocido este tren, creo que es obligatoria su visita y su disfrute. 









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