viernes, 13 de octubre de 2017

Karpin Abentura. Valle de Carranza (Euskadi)


No entraré en polémicas sobre si los animales salvajes deberían estar en libertad, en zoos, en parques temáticos, en reservas, etc. Mi post de hoy solo pretende demostrar (en mi humilde opinión) que no podemos ser hipócritas en nuestra manera de pensar y de actuar. En la reserva de fauna silvestre Karpin Abentura nos enseñan los perjuicios que nuestra sociedad causa a los animales a los que supuestamente queremos defender. En este parque, para muchos desconocido, decenas de personas realizan con éxito una entusiasta labor en recuperar, cuidar, reintroducir animales, que sin su labor, estarían probablemente muertos. Muchos de los animales del parque provienen de antiguos zoos, rescates in extremis, o simplemente, animales abandonados a su suerte por sus propios dueños sin escrúpulos. 

Desde mi humilde opinión como visitante, los integrantes de Karpin Abentura han hecho un magnífico trabajo, combinando la pedagogía de la naturaleza, la recreación de habitats para aumentar la calidad de vida de los animales que albergan, la recuperación de especies y la incansable tarea de actuar como último destino de animales a los que ya nadie quiere. 


Entrada al parque
El parque, de dimensiones bastante elevadas, alberga todo tipo de especies, fauna local, nacional e internacional. A través de los caminos bien señalizados se puede casi viajar por los cinco continentes en poco espacio de tiempo. Los recintos de los animales suelen ser amplios, con mucha vegetación, y una limpieza escrupulosa, cosa que no ocurre en tantos y tantos parques como nos gustaría. 
En mi opinión, lo que más cautiva e impacta por igual medida,es la conciencia que el parque crea acerca de los problemas que el ser humano, a pesar de su supuesta inteligencia superior respecto a otros animales crea en su ecosistema. No debemos olvidar nunca que todos los animales (en los que se incluye el hombre) sufren las consecuencias de su deterioro. 

Recopilación de algunos carteles del parque

Los múltiples carteles explican la causa de porque los animales se encuentran en régimen de semilibertad. 
No hay que ser un experto para saber el nivel de vida de los animales, las conductas erráticas, las miradas perdidas, las caras de tristeza en los animales revelan el estado de salud de cada animal del parque. Al contrario de lo que se puede encontrar en otros zoológicos al uso, en Karpinabentura no encontramos ningún rastro de esas conductas dañinas para el animal y para la vista. Los animales se encuentran en sus recintos, algunos más o menos visibles, llevando una rutina positiva en la que los cuidadores intentan estimularlos para que no pierdan su antiguo instinto "silvestre". 
Aunque como fotógrafo es una lástima no poder observar a determinados animales, también es una satisfacción el saber que cuentan con el follaje y el espacio necesarios para que el animal esté tranquilo si decide no ser molestado.  


Otros, sin embargo, buscan la presencia humana, ya sea por curiosidad o por interés, lo que lleva a situaciones bastante curiosas en las que se crea una mínima interacción que no es posible en su estado natural. 

                             
Pantera posando para la cámara

Karpinabentura ofrece un reconfortante paseo a través de sus instalaciones, casi siempre al amparo de una buena sombra y con múltiples bancos situados estratégicamente para descansar. 


La reproducción en cautividad en las condiciones en las que viven está casi garantizada, desde animales domésticos hasta especies de cervidos procrean por todo el parque. 


Cría de pavo real persiguiendo a su madre

En el parque podemos ver distintas especies: ciervos, emús, linces, mapaches, osos,etc. 

Bruno, una de las estrellas del parque
Lince escondido en la copa de un árbol
También albergan una elegante variedad de rapaces, muchas de ellas heridas o mutiladas por las causas antes expuestas. 

El parque está orientado al público de más corta edad. Los diferentes carteles ofrecen explicaciones fáciles de entender que tienen que calar en los más jóvenes, puesto que de ellos depende que estas tristes historias dejen de repetirse. 
Y para rematar la oferta al público infantil, El "Terrasauro", un camino integrado en el parque repleto de animaciones mecánicas y electrónicas en las que educan sobre el pasado remoto. La época de los dinosaurios se puede revivir con las innumerables maquetas y recreaciones que "acechan" el camino. 


He de reconocer, que aunque hace tiempo que dejé de ser niño, el espacio dedicado a los dinosaurios me fascinó. 


A pesar de que las instalaciones sufrieron un duro revés en una tormenta, el entorno ha sido reconstruido, y a falta de pequeños detalles, el "Terrasauro" vuelve a estar plenamente operativo. 

T-Rex
Mamut
Decir que muchas de las maquetas están a escala real, grandes obras para grandes animales. 


Al finalizar el recorrido disponen de una tienda donde adquirir el merchandising del parque. También puedes colaborar económicamente para que el parque siga siendo viable o simplemente para llevarte un recuerdo natural originado en el propio parque. 
En conclusión, este parque es un muy buen destino para amantes de la naturaleza, tenemos muchas lecciones que aprender, y en Karpinabentura lo saben bien. 

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