Nos trasladamos a tierras gallegas, las regiones donde el misticismo y la superstición se entremezclan con la vida rutinaria. Tierra de leyendas como la Santa Compaña, una hilera de almas penitentes que buscan su siguiente víctima vagando por los caminos, donde la persona que visiona la escena busca el refugio de los "cruceiros" para protegerse. Pero no es el único fenómeno que sigue patente hoy día, las "meigas", o brujas en castellano, son temidas y veneradas a partes iguales en las pequeñas aldeas que se resisten a perder sus misteriosas raíces. Y es que, Galicia sigue siendo terreno inexplorado para las mentes racionales.
En Cambados, localidad pontevedresa donde el granito es abundante y marca la morfología del terreno, se encuentran las ruinas de lo que un día fue una iglesia en honor a la patrona de Cambados, Santa Mariña.
No se sabe con certeza el inicio de la edificación, a caballo entre el siglo XV y siglo XVI, pero lo que sí se sabe es que Lope Sánchez de Ulloa inició las obras, seguido de su hija María de Ulloa, que la restauró y amplió considerablemente. Atribuir la construcción a la familia Ulloa es un poco pretencioso, puesto que una capilla románica ya se hallaba en el complejo desde siglos atrás. Como suele pasar, las construcciones antiguas van sucumbiendo bajo las piedras de los nuevos edificios con el paso de los años.
Uno de los aspectos más destacados de Santa Mariña es su cementerio y la relación que esta iglesia parece tener con la muerte. Esta relación ha hecho que la zona viva un pequeño boom turístico auspiciado por el "tanatoturismo". A pesar de la contundencia de su nombre, esta rama del turismo convencional no es para nada "oscura", simplemente es el reconocimiento y admiración del arte funerario y sus enclaves más sonados. De hecho, Santa Mariña tiene el meritorio logro de ser "el cementerio más melancólico del mundo". La verdad es que pasear entre las tumbas, situadas a escasos metros del esqueleto de la iglesia es una experiencia grata y a su vez extraña.
cementerio anexo a la iglesia |
No quisiera desaprovechar esta ocasión que el contexto me brinda para explicar esta nueva variante de turismo en la que los creadores de este blog están profundamente interesados. Primero hemos de entender que el tanatoturismo se engloba dentro de un fenómeno mucho más grande: el "dark tourism" o el turismo oscuro.
La calavera es un símbolo omnipresente en muchos puntos del complejo |
Tras dos siglos de abandono (excepto la zona destinada a los enterramientos) Santa Mariña aun conserva paredes y elementos utilizados por los franciscanos, que habitaron la iglesia hasta el siglo XIX.
Detalle |
Santa Mariña (vista lateral) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario