lunes, 8 de enero de 2018

Fayón, Zaragoza. El reflejo de la Guerra Civil Española.


Fayón, un pueblo que ahora cuenta con menos de 400 habitantes censados, es una pequeña localidad, pero grande en historia. Una historia de estratégia, de muerte, de destrucción, de victoria y derrota. 
El 25 de Julio de 1938, sus alrededores vivieron una de las más importantes batallas de la guerra, la batalla del Ebro. 
En la madrugada, al amparo de la noche, la 42 división republicana cruzó el río Ebro con ferocidad tratando de cortar las comunicaciones del bando nacional en la zona. Fayón, situado en un punto estratégico, era el eje vertebrador de toda la comarca, y como tal, estaba bien defendido. Pese a que los ataques republicanos fueron exitosos y bien planificados en un primer momento, la reacción del bando nacional no tardó en llegar haciendo retroceder nuevamente el frente en escasos días. El resultado de la contienda acabó con un saldo elevadísimo en los dos bandos, y con una tierra arrasada y quemada por los proyectiles de alto calibre lanzados en la batalla. 


El paso del Ebro
Durante años, el tiempo fue borrando poco a poco los vestigios dejados por la guerra, pero el hierro, el dolor y las historias perduraron en la memoria y en los campos que rodean la zona. 



Alrededores de Fayón que demuestran su importancia geoestratégica
En 2006, se oficializa la Asociación de la memória hístorica militar del Ebro. El objetivo de esta asociación es recopilar información, materiales y objetos diversos, clasificarlos y exponerlos para arrojar algo de luz sobre lo que el franquismo y otros sectores llevan años intentando esconder. Sin apenas ayuda gubernamental, y tan solo contando con el trabajo desinteresado de los socios (casi 200) el grupo va tomando forma y consiguen recolectar todo tipo de utensilios utilizados en la guerra civil, y más en concreto en la batalla del Ebro. 
Poco a poco, y con el esfuerzo de afiliados y amigos, la colección de documentación, historias personales y elementos de guerra empieza a dar sus frutos. Decenas de objetos se amontonan en talleres donde gracias a la restauración se les devuelve casi a su estado original. 

Debido a la abundancia de material, la asociación comienza a alquilar espacios que gradualmente se van quedando pequeños debido a la gran cantidad de elementos que conforman la colección. 
Actualmente, la asociación de la batalla del Ebro posee una enorme nave en la que se recrean diversos ambientes cotidianos del día a día de la época, además de la consabida exposición de objetos de carácter bélico que aumenta con el paso del tiempo. 

Fachada del centro expositivo
Una vez sobrepasada la entrada, los miembros al cargo se encargan de proporcianarnos un trato exquisito, mostrándonos detalles del espacio que a simple vista pasarían desapercibidos. El relato de las historias personales de personajes que vivieron la batalla, se entremezcla con las fotografías y vídeos que decoran la sala. Cada elemento, porta una pequeña placa identificativa, lo que hace muy didáctica la visita.

Un maniquí del bando nacional nos da la bienvenida

Pequeña barca transporta suministros de munición
Los paneles informativos dan cuenta de las historias de la batalla, como la de un grupo de soldados que, al verse acorralados por la ofensiva republicana, se refugiaron en una antigua cavidad horadada en la roca muy próxima al río Ebro.
El bando republicano, en su afán de cruzar el Ebro, tendió varios puentes, algunos capaces de soportar el peso de la maquinaria pesada. Esos puentes, tras continuos escarceos, fueron derribados paulativamente. 

Las fotos que decoran el espacio no tienen desperdicio
Una de las cosas a destacar de este múseo, es que hay zonas en las que como visitante es tu deber tocar y sentir los objetos. Produce cierto cúmulo de emociones el sostener con tus manos un proyectil de guerra o una granada de mano. 

Obligatorio tocar
Por supuesto, además de estar presente en todo momento la maquinaria bélica, también se muestran las consecuencias de dichas máquinas y artefactos.

Estragos en la trinchera
Probablemente, el museo de Fayón sea el más grande, el más completo, el más.... pero a su vez, es el más olvidado. Parece mentira que con una colección tan extensa y variada este museo no esté continuamente en el eje cultural de Aragón. Como veremos a continuación este emplazamiento no está promocionado como se merece. 

Proyectiles y sus consecuencias
Este museo se divide en varios espacios, en cada espacio podemos encontrar simulaciones a tamaño natural de las escenas más destacadas de la vida cotidianda en el frente. 





El museo posee tal cantidad de objetos que es imposible fijarse en todos los pequeños detalles que esconde cada escena, pero cada escenario nos regala una excelente toma fija de lo que debieron de vivir aquellas personas en esos tiempos tan convulsos. 

Parchís anti-franquista
Una de las estrellas de la colección (al menos para la persona que escribe estas líneas) es la bicicleta "armada". Se trata de una bicicleta aparentemente normal, pero con varios accesorios como granadas de mano en el manillar y un fusil preparado para entrar en combate. 


Vitrinas y más vitrinas, guardan verdaderos tesoros en perfecto estado de conservación. Emblemas, pistolas, granadas, tabaco, todo lo imaginable se puede encontrar en este museo. 

Espectacular colección de fusiles de todo calibre y forma
Granadas de mano
 Puedes perderte durante horas entre los miles de objetos expuestos
                   
Una vez sobrepasada esta primera parte de reconstrucciones y vitrinas, nos adentramos en "otro mundo". Sobre el suelo, y esparcidos a cientos, la asociación ha recreado como quedó el suelo de los alrededores de Fayón. El número de fragmentos que cayeron en la zona modificó la fisionomía de toda la zona. 

Después de la contienda
Los propietarios del museo realizaron una ardua labor de recolección de material por el procedimiento "puerta a puerta" en Fayón, además de ayudarse de sistemas de detección de metales. A día de hoy siguen apareciendo restos en los alrededores.



Quiero poner en valor la entrega y la dedicación de esta asociación. El simple hecho de disponer de tanto material y conseguir crear un museo y no una chatarrería ya tiene mérito. Las piezas se encuentran en pequeños espacios, pero en ningún momento dan la impresión de estar "amontonadas", más bien, parece que han conseguido un gran efecto visual convirtiendo el contenido en material didáctico bien organizado y sincronizado. El trabajo duro de restaurar, clasificar y mostrar creo que ha dado sus frutos. 

Los escenarios están muy trabajados
Otra de las muchas joyas que tiene este museo, es un tomavistas original de "Robert Cappa", seudónimo de Endre Erno Friedmann, corresponsal de guerra húngaro presente en la contienda. 

Tomavistas de Robert Kappa
La asociación no solo se dedica a reformar y meter en una vitrina los objetos que caen en sus manos. Seguro que todos hemos visto alguna pieza de su colección, pues suministran material de atrezzo a los directores de películas que lo solicitan. 

Films en los que han participado
Pero no solo facilitan materiales para películas ajenas, ellos mismos forman parte de una película. Cada año, a finales de Julio, Fayón se convierte en el centro de todas los interesados en militaria a nivel nacional, incluso mundial. Dos ejércitos en contienda, armados y uniformados con estricto rigor histórico, recrean la batalla del Ebro con artificios propios de las superproducciones de Hollywood. Cientos de personas dan vida a la historia simulando el paso del Ebro, incluyendo aviación y maquinaria pesada.  



Como podéis comprobar en el vídeo, el resultado es inmejorable. Y para comprobar la veracidad del esfuerzo y el ánimo de esta asociación, basta con dar un paseo por los alrededores de la nave museo, donde restauran,construyen y adaptan vehículos de gran tamaño para lucirlos en las representaciones anuales.


En las representaciones también se realizan otras actividades como mercados de militaria, charlas, etc. Lo que da a la recreación una envergadura importante a la que asiste un gran número de público. Desde el punto de vista organizativo es un rotundo éxito, puesto que por unos días al año pone a Fayón en el mapa, un reconocimiento del que carece injustamente el resto del año. 
Si no podemos disfrutar de la recreación en nuestra visita, siempre podemos ver los escenarios de la batalla. 

Parte del escenario de la recreación



A continuación, os dejo el link de la asociación, seguro que estarán encantados con vuestra visita. 


                                   













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